Y en este escenario cultural se dificulta aún más el deseo de pareja ideal que hemos construido, a la que la enorme mayoría aspira y que una enorme cantidad no logra mantener: pareja monógama y estable.

Si deseas conocerme llama a mi agencia y pregunta por mí. Deja que mis manos te acaricien y que mis labios recorran todos y cada uno de los rincones de tu piel. Te estremecerás de placer y mi nombre se transformará para ti en sinónimo de paraíso. Te espero.

Es por esta razón que te recomendamos que leas por lo menos el post inicial del programa Los Secretos del Orgasmo Femenino, para que te familiarices con los términos y técnicas que van a ser usados en esta guía, además con los autores.

Al final vemos a mujeres maravillosas, con todo un potencial para tener una excelente relación, acabadas, condenadas a vivir a medias… mujeres prestas a esperar, aguardar y esperar, hasta el momento en que su dignidad personal se disuelva por completo.

Hueles a hembra; este es el aroma del deseo. ¿Me quieres, princesa? Yo lo que quiero es comértelo de forma lenta y que te fundas en mi boca. Voy a mojar estas braguitas de algodón rosa hasta que oscurezcas la lona. Y entonces, solo entonces, tendrás considerablemente más de todo cuanto quieras.

Dulce y seguro: colóquese en el mostrador y luego pídale que se quite el delantal con los dientes. En el momento en que estés desnudo, pídele que te prepare para temperaturas más altas frotándote con aceite de masaje. Asegúrese de que pase bastante tiempo en sus senos, nalgas y muslos internos.

La meta de esta sección del texto no es otro que destacar a nuestra genética como componente causal principal, necesario y suficiente de nuestro impulso de relacionarnos socialmente. Solo de este modo, lo vamos a ver como algo normal y natural.

Esto es genial para hacer en un comedor si está solo o bien en cualquier instante en que vea una silla sin brazos. Es idóneo para un rápido si no deseas que te capturen o bien para una sesión de sexo más sensual.

Sus manos cubrieron su culo, tirando hacia arriba para que se acurrucara más cerca. sintió la cresta de su erección contra su núcleo y tremió. quería esto asimismo. Con los brazos en torno a su cuello, se apretó contra él y se entregó de forma libre.

Por eso, la ciencia recomienda que primero la mujer tenga por lo menos uno o bien 2 clímax ya antes de ser penetrada, y que el varón, una vez sucedida la penetración, experimente la eyaculación y, por ende, su propio clímax.