La posición empática de los hijos en un futuro es precisa para comprender la historia de nuestros progenitores. Aquella historia que tal vez explica ese comportamiento incomprensible para nosotros. Ese comportamiento que quizá nos marcó y nos produjo daño.
Mas a pesar de todo el volcán de la sexualidad estaba aquí reventando como un cráter. La cabeza se volvía loca por la cantidad de pensamientos impuros que agrandaban el sentimiento de culpa por una sexualidad amenazando con salirse de control.
Y que ni se nos ocurra preguntar ¿Qué quieres? pues eso arruinaría la sorpresa y es quizá una de las cosas que más les gusta; para nosotros sería más fácil que simplemente nos dijesen… mira amor yo deseo esa camisa y esos zapatos… fin de la historia your wish is my command.
Llegamos de este modo a la intención de nuestro artículo: liberar el lector de ciertos condicionamientos que modulan su comportamiento y generan infelicidad. Vivimos nuestra subjetividad con una sensación de libre albedrío. Pensamos que decidimos hacer lo que queremos hacer.
Este anhelo de probarse a sí mismo, cuando menos en el área doméstica (donde sí son importantes, sí pueden mandar) generalmente crea una tensión que llega a hacerse intolerable, arruinando la dicha del matrimonio.
La presencia masculina crea confianza. El hombre puede constituir un lugar de confianza para que la mujer experimente su totalidad, el resultado, un nivel de conexión profundo y también intimo con su pareja.
Ciertos estudios muestran que el drenaje se produce por medio de esos conductos cara el extremo inferior de la uretra. Hay incluso especialistas que ahora piensan que estas glándulas desempeñan un papel vital para asistir a crear el líquido que se libera a lo largo de la eyaculación.
No obstante, sin desacreditar el grado de confianza mutua que tengamos, pueden existir vivencias que no son manifestadas, quizás por una razón que desconocemos en el instante, pero la verdad es que nos percatamos de que hay algo que nuestra pareja no nos dice.
En ocasiones, el dominante torturará todavía más al sumiso haciéndole escoger el instrumento para su castigo. Sin embargo, esto puede ser contraproducente si alguno de los elementos es verdaderamente agradable para el sumiso. En un caso así, el dominante desearía excluir ese elemento de entre las opciones.
La mujer es más capaz al amor de pupilaje , por ser la primera maestra del humano, esto es, su madre. Al paso que por otra , el hombre es más capaz al amor sexual y por lo mismo, funciona mejor en el instinto de compañero sexual .
