
¿Apoyas la teoría de que la vida péndula entre tanathos y eros?
Primero hay que reconocer lo que somos si bien no seamos nada o bien, poco. Hay que desamparar la ignorancia que era tan dulce y graciosa como la fragilidad de un bebé que nos simpatiza. Es precioso pero necesitamos instruirlo a fin de que madure.