
Cero años, se extendió a otros países como Japón o Tailandia
No merece la pena derramar ni una sola lágrima más por la persona que nos ha descuidado, por el hecho de que verdaderamente no lo vale ni las merece. Alguien que nos ha ocasionado semejante daño no merece de nuestro entristezco ni de nuestra persona. ¡Piénsalo bien!